CAAL 2011 Frutillar
Neuntes Treffen der deutschsprachigen Gemeinschaften
Lateinamerikas
Noveno encuentro de las comunidades de habla alemana
de América Latina
Carina Judith Villafañe:
La Misión Junkers
La ponente es historiadora aeronáutica. Además es miembro activo del
Instituto de Investigaciones Histórico-Aeronáuticas de Chile, del Instituto de
Historia Aeronáutica de Bolivia y de los historiadores aeronáuticos bávaros de
Alemania.
El siguiente texto es elaborado por los coordinadores del encuentra como
resumen con informaciones relacionadas al téma de la ponencia original en idioma
alemán.
El significado de la Misión Junkers para la aeronáutica
comercial sudamericana
La aeronáutica alemana había iniciado un desarrollo
prolífico en los vuelos comerciales, posteriores a la Primera Guerra Mundial. En
virtud del Tratado de Versailles del 28 de junio de 1919 (tratado de
paz, dictado por las potencias victoriosas, con graves consecuencias para los
alemanes), Alemania no podía desarrollar ningún tipo de construcciones
aeronáuticas, por lo que, el ingenio de dos grandes constructores, fue orientado
a superar los obstáculos que dicho tratado imponía al progreso de la aviación.
Las rutas debían extenderse y los siguientes puntos
fueron Oriente y Sudamérica, por ello, el gobierno alemán decidió apoyar a esta
propuesta del Prof. Hugo Junkers y Claude Dornier con el fin
que desarrollasen las líneas aéreas alemanas o de origen alemán, donde fuese
posible y de interés para el Estado.
Las posibilidades eran atractivas, ya sea por la
presencia de inmigrantes alemanes en Sudamérica, o por intereses comerciales en
cada país. Con la necesidad de tener una presencia mundial, y en virtud que el
Tratado de Versailles limitaba el poderío alemán en lo referente al desarrollo
de cualquier fuerza militar, el gobierno alemán diagramó la forma de seguir con
sus avances tecnológicos aeronáuticos. La estrategia fue crear compañías
subsidiarias locales dotadas de aeronaves y personal alemán.
El primer país con ese sistema fue Colombia
a través de la creación de la SCADTA. El 5 de diciembre de 1919, se firmó en la
ciudad de Barranquilla el acta constitutiva de la Sociedad Colombo Alemana
de Transportes Aéreos, que años más tarde se verá transformada en la de
Aerovías Nacionales de Colombia S.A. (AVIANCA). En 1920 llegan a este
puerto los dos primeros aviones adquiridos por la compañía; se trata de dos
hidroaviones alemanes Junkers F-13, monoplanos de ala baja y de construcción
metálica, cuyos motores debieron modificarse para poder operar eficientemente en
las difíciles condiciones climáticas del trópico. En el mes de septiembre llegan
Fritz Hammer, destacado piloto alemán, Guillermo Schnurbusch como mecánico y
Stuart Hosie como pasajero. Se realiza el primer vuelo oficial entre las
ciudades de Barranquilla y Puerto Berrio.
Dos años más tarde en uno de estos aviones el
General Pedro Nel Espina, Presidente electo de la República, vuela entre Puerto
Berrio y Girardot, convirtiéndose en el primer Jefe de Estado en el
mundo en utilizar el avión para una misión de carácter oficial. Colombia se
constituye en el motor de las líneas aéreas alemanas para conquistar todos los
países de América del Sur. SCADTA constituyó la empresa de aviación más antigua
del norte, centro y Sudamérica con sus Junkers F-13. Con el desarrollo de
Colombia, otros países se sumarían a esta conquista aérea, primero Argentina y
Chile.
La Misión Junkers llegó en junio de 1924 a
Buenos Aires e inició una serie de demostraciones por todo el país; un
grupo de prestigiosos pilotos, ingenieros y representantes comerciales dieron
vida a una de las misiones extranjeras más importantes en Sudamérica. En
Argentina la representación Junkers estaba a cargo de la empresa Roberto
Mertig-Berger y Cía. quienes realizaban todas las exposiciones en la Capital
Federal. Roberto Mertig tuvo la posibilidad de conversar personalmente con Hugo
Junkers, quien con visión de futuro coloca a esta misión en Sudamérica bajo la
representación de Mertig. Las oficinas comerciales estaban ubicadas en la Av.
Callao Nº 45-61, realizándose allí las exhibiciones de los aviones A-50, F-13,
K-16, G-24, aviones que marcarían a la industria aeronáutica argentina y de toda
América del Sur.
La gran hazaña de estos pilotos alemanes queda
plasmada en los diferentes records que establecen tanto en Chile como en
Argentina, entre ellos Franz Kneer quien logra establecer un record de distancia
con pasajeros al unir con un monoplano Junkers F-13 el Palomar con la provincia
de Tucumán, recorriendo 1156 km en 8:05 horas. Tanto las provincias de Córdoba,
Tucumán, Mendoza, Santa Fe y Buenos Aires se convierten en el eje de dicha
misión. Se inicia por primera vez la conquista de las rutas
provinciales-nacionales, el inicio de los vuelos de turismo, la aerofotografía,
el correo postal, la diagramación de las primeras líneas aerocomerciales que
darían inicio a la aviación comercial nacional.
La misión Junkers hizo su aparición en tierras
chilenas el 4 de diciembre de 1924, cuando en la pista de la Escuela de
Aeronáutica Militar de Lo Espejo aterrizaron dos monoplanos Junkers,
pertenecientes a la Misión Junkers, aviones que provenían de Argentina después
de haber tenido un notable éxito comercial. Esta escuadrilla estuvo integrada
por un moderno monomotor metálico F-13, piloteado por Franz Kneer y Christian
Doxrud, quien estaba a cargo de la comitiva oficial. Este avión por su capacidad
estaba preparado para dos pilotos y cuatro pasajeros, se había convertido en el
avión fundacional de las principales aerolíneas de Alemania y Europa Oriental.
Había un segundo aparato, era un monoplano biplaza A-20 desarrollado durante
1923 para entrenamiento y transporte de correo, tripulado por el piloto Willy
Neuenhofen y el mecánico Fritz Reiche.
Las demostraciones aéreas fueron realizadas en el
Club Hípico y el Sporting Club respectivamente. Quienes les habían dado el apoyo
para viajar a Chile fueron la firma Fölsch y Cía. en Santiago y Viña del Mar. El
capitán de la misión, Christian Doxrud, quien conocía la zona del Estrecho de
Magallanes y Valparaíso, ya que había realizado numerosas incursiones marítimas,
pues era capitán de la marina noruega. El aviador noruego sostenía que: «Chile
necesita tener rutas con aviones enteramente metálicos que puedan soportar
tormentas a 5000 m de altura. En Colombia hace varios años que hay líneas aéreas
que utilizan hidroplanos y aeroplanos Junkers, conectando diferentes localidades
en la selva y costas. Si el gobierno o particulares se interesan y dan
garantías, la firma Junkers podría operar en Chile inmediatamente. Sólo se
necesitan $ 2.000.000
y tendrían 2 años de gracia». Sus palabras fueron proféticas, ya que el teniente
coronel Marmaduque Grove Vallejo, Director General Interino de Aeronáutica, el
31 de enero de 1925 se hizo eco de las palabras del Capitán Doxrud, con el
objetivo de fomentar la aviación civil. Fueron adquiridos los dos aviones de la
Misión Junkers, estos aparatos venían de tener una notable fama en la relación
de aerolíneas europeas y de la SCADTA en Colombia. Ambos aparatos fueron
alistados para ir a Mendoza con el fin de darle la bienvenida y escoltar a Chile
al ex presidente Arturo Alessandri Palma quien regresaba del exilio.
Esa aparición fue tenido en cuenta por el
Presidente Alessandri, quien firmó el 18 de junio de 1925 el decreto Nº
1849, estableciendo que se autorizaba a la Dirección de Aeronáutica para
organizar un servicio de vuelo con pasajeros señalando las siguientes
condiciones: Se atenderá este servicio con aviones Junkers: Junkers A de dos
plazas – 1 pasajero y Junkers B de seis plazas – 4 pasajeros.
Teniendo el honor de ser el germen de toda aviación
sudamericana a nivel comercial, Colombia fue el país elegido para la
Misión Junkers al cumplirse en el año 2009 los 90 años de SCADTA y al mismo
tiempo los 150 años de nacimiento de Hugo Junkers. La persona de Hugo Junkers,
considerado como uno de los grandes hacedores en la historia mundial, traspasó
sus fronteras alemanas para ver su obra concluida en todo el mundo, beneficiando
a tantos países que constituye uno de los grandes hombres de la humanidad.
La Misión Junkers estableció las bases de
las líneas aerocomerciales de casi todos los países sudamericanos, convirtiendo
a estos destacados pilotos alemanes en héroes en tierras extranjeras. Su pasión
por la aviación y visión comercial afirmaron las bases para centralizar Chile,
Argentina, Uruguay, Colombia, Brasil, Ecuador, Perú y Bolivia en un eje de
construcción aeronáutica sudamericana. Es justo reconocer que la historia de la
aviación mundial le debe un lugar de privilegio a la Misión Junkers, siendo ella
la madre de las líneas aéreas sudamericanas y quizás del mundo en el campo
comercial.
|
|
|